miércoles, 30 de mayo de 2012

El Curioso Incidente del Perro a Medianoche

El Curioso Incidente del Perro a Medianoche es una original novela escrita por el autor inglés Mark Haddon que narra las aventuras de un muchacho autista, Christopher Boone, cuando decide iniciar una investigación para descubrir quien mató a Wellington, el perro de su vecina la señora Shears.
Christopher tiene 15 años y tiene unas capacidades intelectuales fuera de lo común. Es capaz de calcular mentalmente la raíz cuadrada de 2.317 y obtener la raíz cúbica de una serie de números cardinales para relajarse. Sin embargo es incapaz de interpretar correctamente las expresiones de las caras de las personas tales como el enfado o la alegría, ni entender los juegos de palabras cotidianos del lenguaje como los chistes o las frases con doble sentido. Tampoco puede desarrollar una empatía afectiva con otras personas, ni siquiera con sus padres. Carecer de estas mínimas habilidades sociales hace que Christopher se sienta aturdido y asustado por el comportamiento impredecible de otras personas.
La novela nos ayuda a comprender como percibe el mundo una persona autista; porqué siente lo que siente y se comporta como se comporta. Por ejemplo, la mente de Christopher se comporta de un modo que la hace vulnerable a una sobreestimulación excesiva. Christofer lo percibe absolutamente todo, siendo incapaz de discriminar entre lo importante y lo insignificante, y esto implica un sobreesfuerzo que lo puede llevar a la desesperación y al retrotraimiento. Por eso los autistas tienen aversión a las situaciones nuevas, porque les sobreestimulan en un modo insoportable que le pueden llevar a un apagón, como cuando el procesador de un ordenador se ve desbordado por toda la información que recibe y se cuelga. Como los ordenadores, Christopher tiene apagones que sobrevienen cuando la sobreestimulación se torna insoportable, estados de inconsciencia  durante los que no recuerda nada.
Reflexionar sobre el particular funcionamiento de la mente de un chico autista nos lleva a la paradoja de asombrarnos por las capacidades de nuestra propia mente, capaz de habilidades tan extraordinarias como infravaloradas, como interpretar correcta e instantaneamente una multitud de microexpresiones faciales del rostro de otras personas y poder conectar empáticamente con estas en base a esta interpretación.  Y también en hablar y entendernos a través del lenguaje, un código de señales tan impreciso, ambiguo y confuso como complicado, en el que prácticamente nada puede tomarse al pié de la letra.
Christopher no es ni un genio ni un retrasado, simplemente su mente funciona de otro modo. El Curioso Incidente del Perro a Medianoche nos desvela las particularidades de este modo tan literal de aprehender el mundo en el que vivimos.




La Puerta de los Tres Cerrojos

"Si quieres que sucedan cosas diferentes, deja de hacer siempre lo mismo". Este enigmático mensaje reflejado en el techo de la habitación de Niko es el punto de inicio de una aventura disparatadamente maravillosa. Niko, un muchacho adolescente alegre y desenfadado, es el elegido para restablecer el equilibrio en el mundo cuántico, al que accede al cruzar la misteriosa Puerta de los Tres Cerrojos. En compañía de sus amigos cuánticos Eldwen y Quiona, descubrirá, a través de una serie de enigmas, los secretos y excentricidades del microcosmos cuántico.

Porque por antinatural que nos parezca, los científicos están comprobando, que a una escala de tamaño suficientemente reducida, la materia se comporta en un modo difícilmente comprensible para nuestro modo racional y newtoniano de concebir la realidad. En el mundo cuántico hay partículas que aparecen y desaparecen de la nada, el tiempo transcurre más despacio dependiendo de la velocidad a la que se viaje, existen partículas entrelazadas entre si a pesar de situarse en extremos opuestos del universo. Uno de los hechos más impactantes descritos en este libro es el hecho de que la materia, incluso la más sólida, está al 99'99999999% vacía. Esto esa así ya que el componente principal de la materia, los átomos, replican, a grosso modo, la estructura de nuestro sistema solar, es decir, un núcleo (el sol) alrededor del cual girarían los electrones (los planetas). Lo que produce asombro es saber que si el núcleo de un átomo aumentase hasta el tamaño de una bola de tenis, los electrones circundantes girarían alrededor de este en un área equivalente a 36 campos de fútbol!

Todo esto y mucho más es lo que nos enseña la científica española Sonia Fernández-Vidal acerca de la física cuántica con su primera novela de divulgación La Puerta de los Tres Cerrojos . Una novela que tiene el mérito de transformar una materia tan abstracta y complicada como la física cuántica, en divertida y amena. Mis felicitaciones para la autora.